jueves, 19 de febrero de 2009

Vuelta a clase

Vuelvo a clase tras un largo periodo sin pisar suelo estudiantil, estoy nervioso, el autobús sube la cuesta y al final veo las escaleras hacia la facultad, me pongo mas ansioso, tengo ganas de darme la vuelta y dejar pasar el dia tranquilamente haciendo el vago en casa, en el parque o donde demonios sea, todo menos estar en la facultad.

El autobús frena, y abre sus puertas automáticas para que podamos bajarnos.

No hay vuelta atrás, estoy subiendo las escaleras, estoy entrando por la puerta y al fin, estoy sentado en la mesa del gran aula, siempre me recuerda a esas que salen en las películas americanas...


- Hola. Saludo a una chia que no conozco, o al menos eso creo.
- Hola. Responde ella.
- ¿Puedo preguntarte algo?. Su belleza es bruta, de esas bellezas difíciles de comprender, de las que necesitas mirar varias veces para convencerte de que es extraordinariamente guapa. ¿Por cual tema vais?. Pregunte medio atontado por su presencia.
- Pues por el tema siete. ¿Desde cuando no has venido a clase?. No me suena tu cara. Dijo pensativa.
- Esta es mi primera vez desde hace ya varios meses. Dije sinceramente.
- Vaya... exclamó ella sorprendida. ¿Y porque no has venido?.
- Tengo dos respuesta, una corta y otra larga. ¿Cuál prefieres?.
- Pues no se, la verdad.
- Te propongo algo, ahora te digo la corta, y cuando nos conozcamos más, te digo la larga. ¿Trato hecho?.
- Trato hecho. ¿Cuál es la corta?.
- Reduciendo palabras... porque soy gilipollas.
- Jajaja, vale. Asentió ella sonriendo.

Pasamos las tres horas de clase juntos, de vez en cuando ella me explicaba algo, y yo hacia como que la entendia.

- Espero que esta casualidad de encontrate en clase se repita mas a menudo y no faltes tanto. Dijo ella a modo de regañina.
- ¿Casualidad?... Me gusta mucho más la palabra destino. ¿Qué te parece si cambiamos casualidad por destino?. Dije confiado.
- Espero que el destino nos depare más encuentros, eso significara que no faltas a clase. ¿Te gusta más asi?. Dijo ella sonriente.
- Me encanta.

Bajando las escaleras y dirigiéndonos a la parada, pienso que quizas tendría que haber venido antes a clase.

- Bueno, yo voy al centro. Dijo ella mirándome con sus ojos claros.
- Vaya... yo me quedare por aquí cerca, así seguro que no tengo excusa para faltar mañana y poder verte otra vez.

Me miro, se ruborizo y sonrió.

- ¿Eres real?. Me preguntó, haciendo que la magia impregnara el ambiente.
- Solo si lo eres tú. Conteste yo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy chula, la historia, si. Pero te digo una cosa: no le has echado mas imaginación porque no has querido. Porque esto te pasa, o bien en el puerto de Aguadulce, o es mas, pillandome los dedos, te puede pasar en los pubs del centro de Almería. No más.

Un saludo.

Paciente nº007